Ayer 21 de diciembre, lejos de participar en un ritual maya, fui invitado a un acto de fin de año de séptimo grado, para entregarle el diploma a uno de los egresados. Fui su maestro del taller de magia (sí, en una escuela primaria se ensañaba magia) durante el año pasado. Al enterarme me puse contento y aunque sin saber por qué me eligió, me vi en la necesidad de hacerle algún presente.
Entonces le di un pañuelo, un artilugio mágico y estas vomitadas palabras:
En esta nueva etapa te deseo magia
para que hagas todo lo que quieras:
no olvides hacer lo imposible,
porque lo posible lo hace cualquiera.
Que si algo no alcanza, lo multipliques,
si algo no te gusta, lo cambies de color,
recompongas lo roto, se haga leve lo pesado
y que entre lo gris aparezca una flor.
Prefiero ser cursi, a ser flemático,
es por eso estas desprolijas palabras,
descubre en lo cotidiano lo fantástico
y nunca temas pronunciar un abracadabra...
* El nombre del niño fue cambiado para proteger su privacidad.
lindo!!!
ResponderEliminarQue lindo Pacha. Me imagino tu felicidad.
ResponderEliminarSuper lindo facu, los banco a muerte a vos y a el
ResponderEliminarLindo orgullo, felicitaciones
ResponderEliminarQue orgullo y lindas palabras
ResponderEliminarMuy bueno!
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